11/11/20

S I N C R O D E S T I N O

 

Uds., me perdonaran, pero este es uno de mis libros preferidos, lo he leído unas 8 veces, y cada vez me deja una enseñanza distinta.

Yo se los recomiendo ampliamente.

"Si supieras que los milagros pueden ocurrir,


¿Cuáles pedirías?" Deepak Chopra demuestra que cada coincidencia que ocurre en nuestra vida es portadora de un mensaje sobre el potencial milagroso de cada instante.

A medida que prestamos más atención a lo que sucede a nuestro alrededor, más oportunidades tenemos de observar mayor número de coincidencias. Sólo debemos de tener una mirada relajada, despejada libre y fluida...

14/5/20

A MIS HIJAS, MI GRAN TESORO

A ELLAS MI GRAN TESORO


Una  de las razones por que se celebra este día, es porque tengo hijas, de lo contrario, además de que nadie me hubiera felicitado, tampoco me quedaría el saco de “ser madre” y como considero que nos TITULAMOS el mismísimo día, no me queda mas que felicitarlas a ellas también, ya que    –reitero- sin ellas no podría haber sido Madre.
Por eso y por las ocasiones cuando acudí a algún festival del día de la madre y disimuladamente me limpie una lagrimita que se escapaba por ahí.
Por eso y por esas desveladas a media noche para comprobar que ya se les había bajado la temperatura.
Por eso y por limpiar una diarrea en un restorán *Nice*, porque a mi pequeñita le dio pero en serio
Por eso y por estar recortando en las revistas figuritas para la tarea
Por eso y el enorme gusto de hacer galletitas y enharinarnos todas al prepararlas
Por tener una sensación de vértigo cuando se subían a los juegos de la feria, y ellas  tan felices y yo únicamente a cada vuelta ( una y otra y otra y otra vez ) diciéndoles adiós con mi mano
Por eso y por las desveladas a media noche para ir a recogerlas a sus primeras fiestas
Por eso y los berrinches que hacíamos (mutuamente) al no querer darnos cuenta que ya estaban creciendo, y ya tenían sus propias ideas
Por eso y verlas crecer y ver que ya te pasan en estatura, y caer en cuenta que es el único ser humano del que no te darán celos ni envidia si te pasan de estatura
 Por eso y tantas cosas que me podría pasar escribiendo
Yo tengo un par de maravillosas hijas, las cuales me concedieron el enorme privilegio de ser MADRE.  Lo cual desde el fondo de mi corazón, yo agradezco y bendigo esos dos maravillosos seres que hasta el día de hoy, me han permitido funcionar (como un motorcito) guiadas por su enorme amor y su capacidad para poder superarme en todo y con todo.
Hijas  en este 10 de Mayo yo las amo y agradezco y bendigo  ser su madre.

18/3/20

HACER LO QUE TE CORRESPONDE

 
 
 
 
Así es, cada uno haciendo lo que nos corresponde. Ni más ni menos.
Si tan sólo en estos momentos difíciles cada uno hiciera lo estrictamente personal... hasta eso marcaría la diferencia
Psi GCuadra

21/2/20

DEJAR IR, ES DEJAR LLEGAR







El "dejar ir" normalmente lo asociamos con la pérdida, lo cual suele generar una sensación amarga. Quizá hemos asumido que tenemos que dejar ir todo aquello que nos daña, pero aún así no logramos despojarnos de esa sensación de abandono, vacío y desamparo. A veces sentimos que ese dejar implica soltar la seguridad y lo conocido para lanzarnos al vacío sin paracaídas.

Esa sensación obviamente no nos ayuda a dejar ir, al contrario, genera una fuerza que nos mantiene atados a lo que nos daña. Aunque somos conscientes de que debemos dejar atrás el lastre, la sensación de pérdida es abrumadora y la incertidumbre tan grande, que nos aferramos a ese peso. De tal forma podemos pasar meses o incluso años debatiéndonos entre el aferrarse y el soltar.

A lo largo de nuestra vida hemos desarrollado una profunda aversión a la pérdida. Se debe a diferentes mecanismos psicológicos que se ponen en marcha y de los cuales no son más que ilusiones que hemos asumido como verdades.
  • Sensación de seguridad
Una de las principales causas de nuestra aversión a la pérdida radica en nuestros hábitos. Los hábitos nos brindan seguridad porque nos permiten mantener nuestro entorno relativamente bajo control. Toda pérdida implica un reajuste de esos hábitos por lo que sentimos que la seguridad que hemos construido se tambalea. Entonces tenemos miedo y genera ansiedad.
  • Vínculo emocional
El problema es que establecemos inmediatamente una conexión emocional, "efecto propiedad" la cuál nos mantiene atados a las cosas, situaciones o personas aunque estas ya no nos reporten felicidad o incluso nos hagan daño. En la filosofía budista, a ese vínculo emocional se le denomina apego, y se considera como una de las causas de nuestra infelicidad.
  •  Pensamiento dicotómico
Solemos pensar en términos extremos y antagónicos, lo cierto es que el patrón de pensamiento que nos han inculcado es en blanco o negro. Por eso asumimos que la pérdida es el vacío, en contraposición con la ganancia, que asumimos como sinónimo de plenitud. Este pensamiento está sesgado y nos impide asumir una perspectiva más amplia y compleja del mundo.

Dejar ir también es dejar llegar

Una parábola budista que nos ayudará a lidiar con la pérdida desde una perspectiva diferente.

Un hombre famoso por su erudición, decidió visitar un día a un reconocido maestro zen para que le enseñara lo que le faltaba por saber. El maestro lo recibió en el monasterio y lo invitó a tomar el té.
Apenas se sentó, el erudito le contó que había pasado toda su vida estudiando y le contó toda la historia del budismo zen. Por último, le dijo:
- He viajado desde muy lejos para que me enseñes todo lo que me falta por saber sobre el zen. 
El maestro no le respondió, tomó la taza y comenzó a verter el té. Sin embargo, no se detuvo cuando la bebida colmó la taza, de la tetera seguía saliendo el té.
El erudito estaba asombrado. No podía creer que aquel famoso maestro del que todo el mundo hablaba, fuera tan descuidado. Sin embargo, no dijo nada.
El maestro zen siguió vertiendo el té, que ya ocupaba la bandeja. El hombre no se pudo contener, así que casi le gritó:
- ¡Detente! ¿Acaso no ve que la taza está llena y estás derramando el té?
En ese punto el maestro zen se detuvo y le respondió:
- ¡Exacto! Al igual que la taza de té, tu mente está llena. ¿Cómo pretendes que te enseñe si antes no la vacías?

La filosofía budista considera que para que se produzca un cambio realmente trascendental en nuestro interior, primero debemos ser capaces de deshacernos de todos los prejuicios, patrones de pensamiento, creencias y apegos que nos limitan. Solo podemos abrazar el cambio, cuando estamos dispuestos a abandonar lo que somos. Desde esta perspectiva, el dejar ir no tiene una acepción negativa, todo lo contrario, es un proceso de crecimiento interior que sigue la ley del desapego, imprescindible para permitir que las nuevas cosas puedan ocupar ese lugar.

A veces, mantenernos encadenados al pasado, nos impide movernos hacia el futuro y todo lo que este nos depara. Las cadenas de los hábitos y el grillete de lo conocido nos mantienen sujetos, impidiéndonos aprovechar las nuevas oportunidades.


Por eso, podemos empezar a ver ese
“dejar ir” como un paso necesario para “dejar llegar”. No se trata simplemente de una pérdida sino de un acto consciente de desapego a través del cual nos permitimos abrirnos a las nuevas experiencias. Se trata de un cambio de perspectiva que puede cambiarlo todo y que, sin duda, vale la pena.

Unos ciclos culminan y comienzan otros. Tal vez un proyecto, una relación, un cambio de hogar, un nuevo trabajo, un cambio de país o termina un año. Ante cada cierre, estamos frente la posibilidad de volver a empezar, de volver a elegir, de renovar o de tonificar lo que ya concebimos.

Para abrirnos paso a lo nuevo, hay que poner orden, revisar qué cosas funcionan y retirar las que ya están caducas.
      
Detente un momento.. y date cuenta conscientemente a que estás atado ahora mismo y te daña, decídete a actuar-

Tomado de la red, sin autor.
Psic. GCuadra


13/1/20

ESTE SERA EL MEJOR AÑO DE MI VIDA







¡¡Que voy a hacer!!

Con mi vida, con mis cosas, con mi tiempo, con lo que tengo y también con lo que no tengo, con lo que quiero, con lo que no me gusta, con tantas y tantas cosas que tengo en la cabeza y que se arremolinan queriendo salir -unas- y desaparecer otras.
Bueno, yo creo que primero lo primero
 ¿qué quiero?
 ¿qué me gustaría?
 ¿Como me gustaría verme, sentirme? –no en cinco años; como cuando te hacen esta pregunta en una entrevista de trabajo – porque en 5 años ya voy a tener un titipuchal de años, ¡y ya pa’ que! No esto es ahorita, esto es de ahora

, ¿cómo me gustaría verme dentro de un par de meses? o mejor aún ¿cómo me gustaría verme y sentirme mañana mismo? Y aunque no fueran muchos los años, aunque aún estuviera en la “flor de mi juventud”, esto creo yo, también apremia, esto “urge”. -Y más a mí por supuesto. -

Luego entonces, lo que necesito es eso, saber, pero y…
 ¿cómo sè?
 ¿Cómo me entero de lo que quiero? pues así de fácil, muchas veces las personas se dicen lo que no quieren, por ejemplo, no quiero hacer ejercicio, no quiero leer, no quiero estar triste, no quiero no sé cuántas cosas, y ahí se quedan estancadas, Ahora lo que yo voy a hacer es “voltear” al revés.

¡Que sí quiero ¡

 y así voy a hacer mi lista; primero sin ton ni son, sin prioridades, sin pensarlo mucho, y voy enumerándola, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10.

Para empezar 10 cosas no son muchas, tampoco poquitas, pero yo creo que es un buen número de arranque. Luego ya con más calma, las vuelvo a releer y las empiezo a acomodar conforme sienta cuales van primero y cuales al último. Con cuales me siento bien, cuales realmente me harán moverme y hacerme poner a la acción. Puede que algunas las quite, y a su vez otras agregue, el chiste es tener algo por dónde empezar, tener algo por donde movernos.
¡¡Vamos bien, si verdad!! Bueno ¿ahora qué?

Pues por ahí mismo en la misma lista habrá cosas proyectos y situaciones inacabadas, a esas en especial hay que ponerles atención, porque esas exactamente son las que no nos permiten movernos, son las que nos boicotean, son las que están constantemente ocupando un lugar en nuestra mente, y ni nos permiten avanzar, ni dejarlas ya por la paz, son como esos mosquitos zumbones que andan merodeando en la noche y no te dejan dormir en paz.

Por ejemplo, ese cuarto que esta todo desordenado desde quien sabe cuándo y todos los días pienso, hoy si lo voy a ordenar, pero rete bien
 O la mentada dieta de toda la vida, hoy si la voy a hacer bien para poder sentirme ídem, o voy a terminar de leer el libro que empecé… ya no me acuerdo cuando, o que te parece hablarle a fulanita de tal, porque dese cuando tengo deseos de hacerlo, o porque no apuntarme a ese curso que tanto ha llamado mi atención y al que creo que por tiempo, dinero y esfuerzo lo he ido postergando.

Yo creo,
- y esa es mi sugerencia- que primero hay que ir acabando poco a poco con esos proyectos, situaciones o cosas que hemos ido dejando y tratar de cerrarlas, porque solo están ocupando un espacio en mi mente y son como una basurita en los ojos, o como una caja en medio de la estancia luego entonces hay que cerrarlo definitivamente, y así nuestra mente tendrá más espacio para poder proyectar lo que realmente queremos.

Y con esto me refiero a que, si ese libro solo está frenándote, una de dos, o le dedicas el tiempo necesario para terminar de leerlo, o decides ya guardarlo y no pensar más en el
.
Si tienes muchos kilitos de más, proponte en un tiempo determinado – en dos meses- voy a bajar 5 kilos – ya veré más adelante si vuelvo a proponerme bajar otros 5. De poco en poco, no te pongas metas estratosféricas, así te sentirás mejor contigo mism@.

Ese cuarto me quita mucha energía, porque ni lo ordeno bien, y solo lo hago por encimita, únicamente lo básico, pero voy a proponerme hacerlo BIEN de una buena vez. A mí me funciona, decir, -con reloj en mano le invierto 2 o 3 horas a esto, sin dedicarme a otra cosa, solo a eso, y ¡deberías ver como avanzo!
Te fijas que fácil, - ¿a poco no? – el chiste es organizar nuestra mente, nuestro tiempo y nuestra disposición. Está comprobado que dedicar unas horas a planificar lo que vamos a hacer te ahorra mucho más tiempo en el futuro que estarlo posponiendo.
 ¿Por qué estarás de acuerdo en que estamos haciendo de todo un poco, y ni nos centramos en nada ni terminados nada?, y a la larga eso solo nos va dejando la sensación de no aprovechar el tiempo, pero más importante, va mermando nuestra capacidad de poder sentirnos satisfechos con nosotros mismos.

 Aunque no lo creas – pero por favor créetelo - estos pequeños logros marcaran una enorme diferencia en nuestra percepción sobre nuestra autoestima y la seguridad que sentimos hacia nosotros.

- Yo misma a veces me he sentido fatal, inútil, irresponsable, desmotivada haragana y hasta sin ganas por no terminar lo que debí haber hecho hace tiempo.

Y te voy a decir una cosa, existe una diferencia enorme entre comprometerse al 100 y comprometerse al 95, porque cuando te comprometes al 95, siempre estarás buscando una excusa para no cumplir tus intenciones, mientras que cuando te comprometes al 100, tú mismo cierras –inconscientemente – todas las puertas de salida.
Por eso te digo, si de verdad quieres progresar en cualquier área de tu vida, lo más importante es que te centres exclusivamente en lo que te propusiste hacer y terminarlo al 100.
En mi opinión, ese compromiso es el comienzo de cualquier final exitoso.

Hay algo que te –nos- puede ayudar, mira, acabo de leer un libro en donde se habla de Sistemas en vez de objetivos, y me pareció muy interesante y práctico para poder seguirse. Y dice algo así:

Un Objetivo, es un resultado, mientras un sistema es un proceso.
Por ejemplo:
Ser Gerente es un Objetivo, Trabajar todos los días es un sistema.
Ganar el campeonato de Natación es un objetivo, Ir a entrenar 4 días por semana es un sistema.
Terminar una carrera (profesión) es un objetivo. Ir a la escuela todos los días, es un sistema.
Bajar 15 kilos es un objetivo. Alimentarte y ejercitarte adecuadamente es un sistema.
Si te das cuenta los sistemas dependen exclusivamente de ti, y hacen que te centres en el camino, no en el resultado. Luego entonces si estableces buenos sistemas, lo demás se dará solo.
Y si, es necesario aclarar que: Con buenas intenciones a veces no basta, es necesario –y tú bien que lo sabes- proponerlos algo y TRATAR por todos los medios de cumplirlo, encontrarle lo bonito, y cuando veamos que estamos otra vez por el camino de no hacerlo, rescatar lo que en un inicio nos hizo darle peso y apoyarnos en eso, esto es tratar de encontrarle la emoción que en un principio nos llevó a hacerlo.

Si empezamos con cosas pequeñitas, sencillitas y las vamos terminando, esto nos hará sentirnos seguras satisfechas competentes. Así, poco a poco podremos ir aumentando cada vez más, y llegara un día en que sin darnos cuenta hemos avanzado un buen trecho apenas sin darnos cuenta.

¿Tú qué piensas de esto? me encantará saberlo.?
Te mando un abrazo muy afectuoso de inicio de año.
PsiGCuadra