30/8/21

 


Los docentes están a punto de iniciar el ciclo escolar más difícil de su carrera.

 

Ya que regresarán a las aulas de manera presencial un buen número de estudiantes,

 -recordemos que la escuela es un espacio de aprendizaje y socialización, muy necesario- pese a que muchos no están convencidos de este regreso.

 

Y debido a la situación que hemos pasado, habrá desde luego muchas dudas, incertidumbres, miedos, alegrías enojos sorpresas desconfianza temor y una serie de emociones que en ocasiones no se podrán manejar de forma adecuada, tanto de profesores, así como de alumnos y padres de familia.

 

A todos lo involucrados y cada uno de ellos, mi deseo es que sea lo más sano posible en todos los aspectos, y que cada parte asuma la responsabilidad que le corresponde   al afrontar nuevos retos, nuevas vivencias nuevas experiencias y formas de resolver.  Será entonces crucial el mantener cuidado comprensión y apertura para este nuevo reto

 -importante y necesario- . En este sentido, la evidencia nos dice que las normas sencillas, que la gente sea capaz de seguir sin pensar demasiado, han resultado muy útiles. (esto con el afán de no embrollarnos en una serie de indicaciones que finalmente o no se siguen o implican mucha mayor energía y tiempo, que a veces no se tiene por consiguiente no se cumplen)

 

Tan simples como:

 

Aprender a utilizar y aceptar el cubrebocas

 y Enseñar a ser responsable conmigo y con los que me rodean.

Adecuar mis acciones a una sana distancia

Lavado o desinfección frecuente de manos.

Ventilar las áreas de exposición. 

 

 

 En este nuevo proceso de adaptación- aprendizaje en el cual todos debemos participar

será necesario estar pendientes tanto los docentes, cuidadores como padres de familia, atentos a cualquier tipo de indicador que se presente en nuestros queridos alumnos, tales como ideación suicida, llantos



conductas lesivas,  descuido en su presentación e higiene personal, impulsividad y agresividad y desde luego alimentación y sueño.

 

Con el fin de preservar la integridad de los alumnos (niños y adolescentes) debemos desarrollar nuestra empatía, escucha activa atención y cuidado.  También ¿por qué no? Revisar la salud mental personal (padre-madre, cuidadores docentes) y del equipo de trabajo, habrá quienes sean mas resilientes, y puedan apoyar a los que aún tiene algunas dudas o problemas para enfrentar las propias situaciones.  Ya que seguramente habrá quienes tengan serias dudas al tener que asistir presencialmente a dar servicio y sus angustias sean mayores. Luego entonces en esos casos puntuales, tratar de sumar la ayuda psicológica.

 

Aunado al beneficio de volver a las aulas, es necesario decir que el retorno también será de enorme beneficio en el núcleo familiar, ya que esto reducirá tensiones familiares que pudieran haber surgido por la estrecha y constante cercanía.

 

Estoy emocionada y contenta, preocupada por las condiciones que estamos viviendo, pero pienso que, tomando las medidas convenientes, cuidándonos todos, no tenemos por qué preocuparnos.

 

Y terminando con el inicio

 “Los docentes están a punto de iniciar el ciclo escolar más difícil de su carrera.”

Ellos merecen todo nuestro reconocimiento y empatía, desde donde podamos apoyémoslos y apoyémonos todos.

 

Psi. GCuadra