14/7/10

creencias limitantes ¿ la autoprofecía cumplida ?



Cualquier creencia se puede hacer realidad . El ser humano actúa siempre de un modo coherente con sus creencias, sobre todo con las que se refieren a sí mismo. En este sentido, rechazamos la información que contradice lo que ya hemos decidido creer, tanto si nuestras propias creencias y prejuicios se basan en hechos reales o en la fantasía.  Y adoptamos aquellas que nos sean congruentes con lo que queremos.

 Y en este sentido, no hay peores creencias que las autolimitadoras, aquellas que generas  tu mismo cuando te consideras incapacitado para algo ( lo que sea ) . Así, por ejemplo, podrías pensar que tienes menos talento que otros y vas pregonando - por lo mismo-, que no mereces lo que se te ofrece, o que no puedes con eso; o que los demás son, de algún modo, superiores  a ti, o cuantas veces no has escuchado a alguien ( el primo de un amigo por ejemplo ) que la pareja que tiene, es la que se merece, y es su "CRUZ".

Las creencias auto limitadoras actúan a modo de frenos de tu potencial, te retienen y alimentan los dos grandes enemigos del éxito personal -la duda y el miedo-, te paralizan y hacen que vaciles a la hora de asumir riesgos inteligentes, necesarios para el pleno desarrollo de tus genuinas capacidades.

Para progresar, para evolucionar hacia adelante y hacia arriba en tu vida y en tu profesión, debes desafiar continuamente tus creencias autolimitadoras; rechazar cualquier idea o sugestión relacionada con tus propias limitaciones; y aceptar como principio fundamental que tu eres una persona sin límites, capaz de hacer todo lo que han hecho los demás.

En realidad, nadie es mejor que tú  ni más inteligente . Si a otros les van mejor las cosas se debe, en gran medida, a que han desarrollado más su talento y sus capacidades naturales, y a que han estudiado y aplicado las leyes de la causa y el efecto a su vida antes que tu. Es muy probable que puedas hacer todo lo que haya hecho cualquier otro individuo, siempre dentro de unos límites razonables.

Todo lo que se espera con confianza con fe  con seguridad se convierte en una profecía infalible. Nuestra manera de pensar y de hablar sobre el futuro de las cosas nos convierte en adivinos en nuestra propia vida. Cuando se espera y confía que ocurra algo positivo, casi siempre se hace realidad, mientras que cuando se esperan cosas negativas, el destino no suele defraudarnos.

Las expectativas tienen un efecto extraordinario en quienes nos rodean. Lo que esperamos de la gente y de las situaciones determina, más que cualquier otro factor, nuestra actitud hacia ellas, devolviéndonos nuestra actitud, positiva o negativa, como si se tratara del reflejo de un espejo.

En tu vida personal, tus expectativas respecto a lo que te rodea e incluso tu futuro tienden a cumplirse y ejercen una poderosa influencia en la gente y en los sucesos, tanto para bien como para mal.

El ser humano es un imán viviente que atrae invariablemente a la gente, a las situaciones y a las circunstancias que están en armonía con sus pensamientos dominantes. Esta ley explica la mayoría de los éxitos y los fracasos en la vida; es tan poderosa, penetrante y omnipresente que influye en todo lo que hacemos o decimos e incluso en lo que pensamos o sentimos.

Todo lo que tienes en la vida, has conseguido atraerlo hacía ti gracias a tu modo de pensar y a tu forma de ser. Y dado que puedes cambiar estos dos factores, es decir, la forma de pensar y la forma de ser, puedes cambiar también tu vida.

No hay ningún malabarismo, el único requisito, que yo te pido en este momento es que suspendas tus creencias limitantes  por un tiempo determinado, y en su lugar, adoptes creencias   positivas, creencias que te lleven mas lejos, y que te permitan lograr y/o tener aquello que realmente deseas constructivamente en tu vida.
Por lo pronto, te envío un abrazo.
Psi. GCuadra