17/9/15

Lágrimas... ¿Para que ?






Y si, yo por eso cuando una persona viene a consulta y trae algo atorado, trae un pesar, lo primero que hago es que lo saque todo , que se limpie llorando y desde luego la incito... ¡la invito a hacerlo!


Es tan gratificante ver su semblante después de ese momento, parece ser como si se quitaran un enorme y gran peso de encima, parece ser que “realmente” se limpian… descansan.
 

Desde luego que es importante llorar, y permitirle a la persona hacerlo, darle su tiempo, y por supuesto habrá quienes lo hagan mucho otras con poquito quedan listas.  Cada quien a su ritmo, en su tiempo.


Además, las lagrimas son parte de nosotros mismo y de nuestra naturaleza, porque como dice William Blake, en el “matrimonio del cielo y el infierno” 

El exceso de pena ríe.

El exceso de dicha llora.


Por lo tanto, llorar forma parte de nuestra naturaleza y esto es lógico, ya que finalmente manifiestan una emoción, ya sea de alegría de tristeza o de exaltación o algo pero emoción al final


Y además de proporcionarnos  alivio, nos permiten equilibrar nuestras emociones, y al darnos ese respiro –de llanto-  al mismo tiempo nos permite ordenar nuevamente nuestros pensamientos, nuestras emociones y así poder seguir funcionando de una forma más saludable; y  poder tomar decisiones  más adecuadas.


¿Quién no se ha quedado profundamente dormido después de una buena dosis de llanto?               –recuerden a los bebes- los cuales quedan plácidamente dormidos.

Y no solo ellos ¿recuerdas aquella ocasión en la cual estabas cargado de alguna fuerte emoción  de tristeza que te embargaba? y ya en la soledad de las sábanas, das rienda suelta a las lágrimas, 


¿qué sentiste después de ese maravilloso episodio? 

¿Desahogo?

¿Tranquilidad?

¿Relax?

¿Equilibrio?



Te das cuenta entonces del enorme beneficio que tiene el poder llorar libremente, hacerlo te  permite liberar ese montón de emociones encontradas, ya sea de tristeza –la mayoría de las veces- pero también de amor, de logro, de éxito de desamor.


Y aunque suene contradictorio, hay investigaciones en las que se afirma que un gran número de personas deprimidas son las que menos lloran, El neurocientífico Cristian Prado, de la Universidad de Chile  nos dice que un gran porcentaje de las personas que están deprimidas en un momento de su vida, dejan de expresar, y en este sentido involucra el acto de llorar, ya que se van minimizando los episodios de llanto.



Y ya entrados en el tema por ahí también existen estudios en donde Fisiólogos han encontrado que aquéllas lagrimas que por mecanismos normales de lubricación a nuestro ojo, tienen características mucho muy diferentes de aquéllas causadas –lloradas- por emociones, estas últimas contienen mas proteínas y mas hormonas que se relacionan con el estrés, lo que nos lleva a pensar en un mecanismo de defensa del organismo para disponer de esta hormona, cuando nuestro nivel de estrés es muy alto.



Por último me gustaría aclarar, que por lo  expuesto, es necesario darse sus espacios para hacerlo, sin embargo, es necesario estar alertar con las personas que se la pasan todo el día y por todo llorando, porque como mencione, es necesario llorar, darnos nuestro tiempo, nuestro espacio,  y si a nuestro ritmo. . . PERO si esto ya se volvió una costumbre, de todo y por todo, ahí sí será necesario acudir con un especialista. Ya que en esos casos, será necesario saber la causa profunda de dicha conducta.


 De modo que, si tienes algo atorado desde hace tiempo, el día de hoy yo te voy a pedir que te des una pausa, búscate un momento a solas –sobre todo por la noche en que ya no hay nadie que te interrumpa-  y con toda la conciencia, y el sentido que tiene ese momento, llores fuerte y tendido, con ganas, y después me platicas lo que experimentaste  ¡Va!


Como siempre, te mando un abrazo, hoy con muchas esperanzas.



GCuaDRA