Quien no
ha sentido alguna vez en su vida envidia, desde chiquitos este sentimiento nos alcanza
y a veces ni siquiera sabemos el porqué, envidiamos tantas cosas que a veces se
nos olvida por donde empezó esto.
¿Y qué es
la envidia? bueno por ahí hay una frase que algunas personas dicen, y que a mí
personalmente nunca me ha quedado del todo clara, “le tiene envidia de la buena”
y todavía se me complica más entenderla, ya que según los expertos envidia es
un sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer
uno mismo lo que tiene el otro, sean bienes, cualidades superiores u otra clase
de cosa. También dicen que es como tristeza o pesar del bien ajeno, o como
deseo de algo que no se posee. Como si el sentir envidia pudiera catalogarse
como buena o mala, o en graduaciones. Yo no sé, pero para mí la envidia es
envidia, es desear lo que el otro tiene y punto.
El objetivo final de la envidia
es siempre el mismo, tener más de lo que se tiene, o desear lo que el otro tiene, ya sea en el plano
material o emocional.
Y por eso
no me checa envidia de la buena, a ver
que te parecen estos ejemplos:
“me da gusto que pudieras comprar esa hermosa
casa, pero internamente y de muy buena forma, me hubiera gustado que no lo
hicieras, o que mejor hubiera sigo que yo la tuviera y no tu”
O” tiene
una esposa muy bonita,” pero –internamente – ella estaría mejor conmigo digo
pesando en envidia de la buena.
Y que te
parece este: “Qué bueno que te dieron la gerencia a ti –pero internamente y muy
envidia de la buena - desde luego que yo
hubiera sido mil veces mejor que tu.
Y lo
importante de esto, lo que realmente debemos rescatar, es que el hecho de
sentir envidia, nos coloca en una situación de insatisfacción, porque cuando
envidiamos algo, es porque seguramente no lo tenemos –o no en la medida que quisiéramos-,
y esto por lo tanto nos hace sentir infelices, insatisfechos, y hasta tristes.
Esto en
el mejor de los casos, pues habrá ocasiones, circunstancias, personas y
momentos, en que la envidia va “corroyendo” el alma provocando en algunas
personas verdaderos estados de desesperación,
odio y sentimientos negativos muy profundos. Quizá alguno de uds.
recuerden al amigo/, vecino/o o conocido que con el tiempo, su única forma de
salir de la apatía es recordar constantemente en lo que tiene su objeto de envida,
es decir, en lo que tienen y hacen los otros, y esto le impide moverse, a buscar sus propios proyectos o sueños, y se
dedican a vivir rumiando a través de lo que tienen los demás. Claro estos ya
son extremos de envidia y ya estaríamos hablando de algún proceso neurótico que
debiera ser tratado por un profesional.
Ahora
bien, así como en el caso de algunas
situaciones que con una buena dosis nos impulsan a crecer, a superarnos y a
querer aspirar a mas, la envidia en dosis pequeñas, definitivamente nos
impulsan a luchar por aquello que envidiamos-queremos- y en ese sentido es mi
deber decir que todos padecemos en mayor o menor grado de envidia, y eso es
completamente normal. Aquí lo importante
es que SÍ LA RECONOCEMOS podemos de alguna forma equilibrarla, regularla, y trabajar
sobre ella. Lo contario como mencione, a
la larga puede enfermar a nuestro organismo
Por lo
anterior, es fácil, darse cuenta que la envidia así como los celos, el
resentimiento, la vergüenza, la culpa están
considerada dentro de las emociones negativas,
y que cualquier emoción negativa que nosotros tengamos en nuestra mente,
influye directamente en nuestro comportamiento cotidiano, pero sobre todo
independientemente de esto, nos causa un malestar indirecto que sin darnos
cuenta, sin percatarnos de ello navegamos con eso día a día, luego no podemos
darnos respuesta a es dolorcito de cabeza, a ese malestar estomacal, a esa molestia
cotidiana.
…Y Como hacerle?
Pues como
siempre aconsejo, date una pausa, y trata primero de honestamente aceptar que
tienes envida por algo o alguien, ese como en todos los casos es el paso más importante para poder manejarla.
Tienes “envidita”
de la buena, pues ya te diste cuenta que de esa…¡ NO HAY !
Entonces:
* Comienza por valórate, cree en ti, tú puedes
obtener también cosas ( y para empezar quiero que recuerdes algo que hayas obtenido
por merito propio, del cual te hayas sentido muy orgulloso/a)
* Aprende
del otro en lugar de quedarte envidiando lo que tiene. Si miras el éxito o lo
que deseas de esa persona, también piensa en sus fracasos a veces nos
concentramos exclusivamente en lo que los otros tiene, sin mirar el esfuerzo que se ha tenido que hacer para poder
llegar a donde están o lo que tienen.
* Otra cosa
importante es darnos cuenta de nuestra realidad a veces no es la más bonita la más deseada, sin embargo ES nuestra realidad, y de esta forma convencernos de
que eso es lo que nos toca vivir y tener. Saber adaptarnos a eso pero sobre todo tratar
de ser felices con eso, así nos toco vivir tan simple y llanamente, rescatar
desde luego lo que tenemos sea poco o mucho, y disfrutarlo agradecerlo, y sí ¿por
qué no? luchar por alcanzar en la medida de nuestras posibilidades y paso a
pasito algo más.
Has de
saber que los envidiosos no gozan de su propia vida de sus logros en los
aspectos favorables –por mínimos que sean a sus ojos – que todos tenemos. El
envidioso/a no valora sus cualidades logros y progresos, y por lo mismo va aniquilando su crecimiento, ya que como habrás
concluido la envidia ni siquiera se convierte en un motor impulsor del comportamiento,
el objeto deseado no se traduce en objetivos a alcanzar sino simplemente en una
actitud de apatía y queja constante por lo que no se tiene.
* ¿Cuestiónate
el porqué sientes esa carencia o necesidad? ¿pregúntate si realmente necesitas
eso que envidias? existe una diferencia
enorme entre necesitar y desear que con frecuencia olvidamos y es verdad hay muchas cosas que nos gustaría tener pero
que realmente no necesitamos.
*Por último,
algo de lo que frecuentemente aconsejo en mis consultas: Concéntrate en ti refuerza
constantemente tu autoestima considera
que eres merecedor de lo que deseas en la vida focalízate en desarrollar tus
capacidades y claro esta forma es la vía más segura y directa para conseguir
el éxito y la felicidad.
¡¡Y bueno
ya me voy porque ya mero sale mi vecina, y quiero ver los zapatos que trae el día
de hoy, para copiárselos y comprarme unos iguales….!!
Psi. GCuadra
http://elpais.com/elpais/2013/05/17/eps/1368793042_628150.html en este link, me encontre lo de aqui abajito, esta bueno el articulo.
ResponderEliminar¿Y qué hay de la envidia? ¿Cómo se trasciende? Muy simple: dejando de demonizar el éxito ajeno para comenzar a admirar y aprender de las cualidades y las fortalezas que han permitido a otros alcanzar sus sueños. Si bien lo que codiciamos nos destruye, lo que admiramos nos construye. Esencialmente porque aquello que admiramos en los demás empezamos a cultivarlo en nuestro interior. Por ello, la envidia es un maestro que nos revela los dones y talentos innatos que todavía tenemos por desarrollar. En vez de luchar contra lo externo, utilicémosla para construirnos por dentro. Y en el momento en que superemos colectivamente el complejo de Solomon, posibilitaremos que cada uno aporte –de forma individual– lo mejor de sí mismo a la sociedad.
el articulo que sugiero le den una leída, te da una excelente perspectiva, de el pais la liga esta aquí arribita
Eliminara conformidad es el proceso por medio del cual los miembros de un grupo social cambian sus pensamientos, decisiones y comportamientos para encajar con la opinión de la mayoría”
ResponderEliminar(Solomon Asch)
muy buen articulo